Muchos emprendedores del comercio virtual, han ido aprendiendo por ensayo y error; probando fórmulas de supuestos gurús del éxito que prometen comisiones muy tentadoras. Un emprendedor me dijo una vez que pensaba que el mercado global que ofrece la red no podía más que darle ganancias, pero la realidad fue otra perdió mucho dinero.
Creer que ganar dinero por internet es fácil y para cualquiera no es real.
Una empresa virtual tiene las mismas exigencias que cualquiera otra y la misma responsabilidad.
Debe ser honesta y brindarle al cliente seguridad mediante soporte en línea, estar en contacto con quién se ha hecho un contrato comercial de la índole que sea.
Saber que del otro lado hay alguien de carne y huesos responsable de aquello que se ofrece. Esta garantía no solamente cotiza al producto o servicio, a la empresa y al empresario sino, además a la red, Internet se vuelve en un medio serio, confiable.
Todo está en cuánto tiempo de calidad le brindamos a la empresa virtual, la dedicación, la innovación, la honestidad son pilares junto a una oferta que sea realmente de calidad.
No caer en el juego del "anonimato" como refugio para estafas sino mostrarse, ser real hará que el emprendimiento sea consistente, humanizar la relación con el otro de cierta forma que nos haga olvidar por un momento que la comunicación es con un software sino con otra persona mediante este puente llamado Internet.
Claro está que hay muchos estafadores en línea, pero los hay honestos y estos últimos son los que tarde o temprano pasan a ser reconocidos mundialmente logrando el éxito, pero ya lo dije antes, no se gana dinero sin dedicación y dedicarse implica esfuerzo y creatividad.
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